LLEGAMOS A GUAYAQUIL
Después de 24 horas viajando seguido, después de aguantarnos una gran variedad de olores que se iban recogiendo en el camino -pues aca todos los buses suben gente durante todo el recorrido- después de comerme un pollo insípido en medio de la nada, con muy mal aspecto y con un fondo musical algo exótico (diría yo) que no pude descifrar que género era, y con la espalda vuelta mierda, llegamos a Guayaquil a las 7:00 de la mañana.
Nos bajamos en un lugar donde llegan los buses -que no era precisamente el terminal- cerca a la estación del trasmilenio ecuatoriano (que tampoco recuerdo como se llama, je, je, je), muy organizado, grande y muy tranquilo, lo que me pareció bastante curioso pues llegamos justo cuando la gente empieza su rutina díaria, incluso hubo forma de pedir información a los que vendían los boletos, pasearnos por toda esa estación con semejantes maletotas sin corre corre ni empujones y de subirnos a un bus que nos llevara a una zona central para poder descansar.
Finalmente conseguimos un hotelucho que hasta miedo nos dio dejar las maletas solas (pero toca acostumbrarse) y nos fuimos a conocer Guayaquil... ¡Que excelente desición!... Guayaquil es una ciudad hermosísima. Las avenidas son gigantes, el centro histórico esta muy bien cuidado y si encuentras algo de basura, juro que pagarían por eso... es que es impresionante. Cada cosa como que tiene su puesto, el trafico es tranquilo y las calles son repletas de turistas. Hay muchas zonas verdes, plazas, iglesias, pero realmente lo que mas nos llamo la atención fue el "Malecón 2000" ubicado al lado del mar y con una extensión de dos kilómetros... lleno de mas zonas verdes, juegos para niños, cines, museos y un centro comercial gigante...pero lo mejor es de noche... se ve muy bonito.
Tomamos fotos y tratamos de conocer lo que mas podíamos porque teníamos aún mucho camino por delante...